La semana se ha consumido prácticamente y el pasaporte de Joe Ragland sigue sin llegar. La presencia de los extracomunitarios Marcus Lewis y Matt Gatens hacen que el base (también estadounidense) esté a la espera de que se termine la tramitación de su nacionalidad liberiana para poder jugar ocupando la plaza Cotonu que la temporada pasada ocupaba Ime Udoka.
La semana pasada, Paco Guillem hablaba en Onda Cero y daba por hecho que el jugador estaría en el partido contra Lagun Aro (jornada 4) aunque mostraba esperanzas en que el proceso se avivara un poco y llegara a este fin de semana (jornada 3). Parece ser, tal y como ha informado esta semana Fernando Vera (Onda Regional) eso no va a suceder. Habrá que esperar al menos una semana más.
La situación ha levantado diversos comentarios entre los aficionados, tanto en la calle como en redes sociales o foros especializados. Nosotros, sin entrar a valorar las palabras de nadie ni justificar ninguna actitud, vamos a exponer los hechos tal y como los han explicado desde el club en las últimas semanas.
Buscando un base Cotonu, se encuentran con la posibilidad de fichar a Ragland, jugador prometedor de la NCAA, zurdo explosivo y con mucho potencial. El problema: su pasaporte está en trámite y no llegará hasta octubre. Varios equipos también van detrás de él. Ragland se ajusta perfectamente al perfil que buscan en el club, es el contrapunto perfecto para Franch y tiene condiciones de sobra parea jugar en la ACB.
Dos eran las opciones. Dejar muerta esa vía a la espera de resolver su situación (con lo que el jugador ya habría fichado hace tiempo con otro equipo) o ficharlo, traerlo a España y meterlo en la dinámica del grupo para que se adapte lo antes posible. De forma que el día que tenga que debutar ya haya tenido la oportunidad de conocer a sus compañeros, los sistemas de Quintana y, lo más importante, la forma de competir en la ACB. El club apostó por esta segunda vía.
El tiempo dirá si fue un acierto. Se pudo haber desestimado el fichaje y haber traído a otro, pero ya es imposible conocer lo que habría pasado en ese caso. Lo que sí sabremos es el rendimiento que ofrecerá Ragland a partir de su debut en la liga. Cuando el base tenga la oportunidad de jugar varios partidos será el momento de hacernos una opinión y estimar si el club acertó al traerlo y esperar su pasaporte o si no mereció la pena.
En cualquier caso, y sin el pasaporte todavía en la mano, lo deseable es que la situación se resuelva cuanto antes. Habría venido perfecto su debut contra el Barça. Le habría servido como termómetro para medir sus fuerzas contra bases de gran calidad y a la vez como preparación para la visita al Lagun Aro.
Seguiremos esperando.
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